Pink Deuteronomio

Pink Deuteronomio es un comentario sobre el libro de Moisés, Deuteronomio.



Tabla de Contenido de Pink Deuteronomio

LIBRO DE DEUTERONOMIO

por A.W. Pink

1. INTRODUCCION GENERAL

2. EL ANÁLISIS, ALGUNAS OBJECIONES CONTESTADAS

3. PRIMER DISCURSO Y SEGUNDO DISCURSO

4. SEGUNDO GRAN DISCURSO, Deuteronomio 12:1-26:19.

5. TERCERO, CUARTO Y QUINTO DISCURSOS, Deuteronomio 27:1-31:13.

6. EL CANTO, LA ORACIÓN Y LA BENDICIÓN DE MOISÉS, Deuteronomio 31:14-33:29: Salmo 90

7. EL CARÁCTER Y LA GRANDEZA DE MOISÉS, Deuteronomio 34:1-12.

8. VALOR HOMILETICO DE DEUTERONOMIO

Extracto del Módulo

7. EL CARACTER Y LA GRANDEZA DE MOISES, Deuteronomio 34:1-12.
VII. EL CARACTER Y LA GRANDEZA DE MOISES

Deuteronomio 34:1 12.



El capítulo 34 consiste de las siguientes partes:

1. La visión de Moisés de la Tierra Prometida desde la cumbre de Pisga; sus ojos vieron toda la tierra que Dios prometió originalmente a Abraham.
2. La muerte y la sepultura sin génesis de Moisés. Ningún otro hombre en la historia humana murió y fue sepultado así. No estaba enfermo, y aunque tenía ciento y veinte años, sus ojos no estaban ofuscados, ni su vigor debilitado. Murió, no por ningunas causas naturales. En “Hours with the Bible” (Las horas con la Biblia) de Geikie hay varias leyendas conmovedoras, míticas por supuesto, concernientes a Aarón y Moisés, y la que se refiere a Moisés relata que cuando estuvo extendido en el lugar en donde Dios le dijo que se acostara, Jehová mandó al alma que saliera del cuerpo, pero el alma no quiso salir. Habló de nuevo al alma, pero el alma no quiso abandonar el cuerpo. Entonces Dios se inclinó y le besó y el alma subió al cielo sobre las alas de aquel beso. Fue Dios quien le sepultó y ningún hombre pudo hallar jamás el lugar, la razón de lo cual es obvio, esto es: los israelitas habrían contaminado el sepulcro de Moisés; habrían hecho peregrinaciones a él y lo habrían hecho un santuario de culto. El Nuevo Testamento nos da un detalle adicional acerca del cuerpo de Moisés, que no se halla en ninguna parte del Antiguo Testamento, acerca de una contienda sobre el cuerpo entre el Diablo y Miguel. Tenemos que reservar la interpretación de ese notable pasaje hasta cuando lleguemos a estudiar el libro en que se encuentra.

La próxima cosa que se relata en este capítulo es el luto de treinta días. en seguida, después de una referencia a Josué, viene este encomio que es nuestro texto: “Mas no se ha levantado todavía profeta en todo Israel semejante a Moisés; a quien conociera Jehová cara a cara; en cuanto a todas las señales y maravillas que Jehová le envió: e hacer en toda la tierra de Egipto, contra Faraón y contra sus siervos, y contra toda su tierra; ni en cuanto a toda aquella mano poderosa, ni aquellos terrores estupendos que obró Moisés en presencia de todo Israel.” Esto coloca a Moisés en una posición única. Se hace énfasis especial en su poder de obrar milagros. En verdad, enseñando la Biblia no discuto tanto los milagros cuando los encuentro en la vida de Cristo como los discuto en la vida de Moisés. Los milagros de Moisés constituyen el primer gran grupo y no son sobrepujados en lo maravilloso, por ningunos milagros que se hayan hecho en la tierra por persona alguna, no exceptuando ni aun Cristo y los apóstoles. Al estudiar la Biblia el mejor lugar para estudiar los milagros es la vida de Moisés.

Ahora, refiriéndome al texto, “No se ha levantado todavía profeta en Israel semejante a Moisés,” quiero discutir su carácter y su grandeza. En nuestros estudios en Éxodo consideramos los materiales para la vida de Moisés; bíblico, judaico, mahometano, pagano, moderno, arqueológico y legendario.

Hallamos que el material Bíblico se sacaba en su mayor parte del Pentateuco, pero había algo también de los otros libros del Antiguo Testamento, y algo de las referencias en el Nuevo Testamento; este es realmente el único material histórico, con excepción de que los resultados de las investigaciones arqueológicas modernas, justamente interpretadas, confirman .1a historia Mosaica. Esta es una de las contribuciones más importantes de la arqueología.



Por mucho tiempo se afirmaba que el período Mosaico era caracterizado por la ignorancia, que el pueblo no podía ni leer ni escribir, ¡Pero cuán completamente ha refutado la arqueología aquella contención falsa, mostrando que era un período intensamente literario, y demostrando que Moisés no hacía equivocaciones tales como los altos críticos de antaño solían atribuirle. De modo que con esta copia de material no es difícil construir una historia consecutiva de este hombre que era el más grande desde Adán hasta la época del Nuevo Testamento. Ningún otro hombre en todo aquel vasto período ha dejado semejante impresión sobre la raza humana. Los más ilustres héroes de la antigüedad en las historias profanas son, cuando se comparan con Moisés, como las estrellas en el sistema solar comparadas con el sol.

Era el hijo más joven de Amram y Jocabed, de la tribu de Leví. Sus hermanos María y Aarón llegaron a ser ilustres por su asociación con él. Nació durante el período de esclavitud en Egipto, durante la opresión de los israelitas bajo la dinastía que no conocía a José. Hallamos que una providencia divina protegía su infancia, y su atención al estudiar el Éxodo fue llamado a los siguientes elementos de preparación, que da cuenta de su grandeza. He tenido que observar en ocasiones convenientes que sólo los hombres preparados efectúan alguna vez cosas grandes. Los elementos de su preparación eran como siguen:



1. Por fe sus padres le educaron tan bien en sus primeros años, que nunca, en las maravillosas vicisitudes de su vida posterior, se olvidó de que era hijo de Abraham y llevaba en su cuerpo la señal del pacto que le aisló de todas las demás naciones.

2. Su educación en la corte de Egipto. Este es un gran elemento de su preparación para la obra de su vida, porque según Esteban, llegó a ser instruido en toda la sabiduría de los Egipcios y era poderoso en palabras y en hechos. ¿Hasta dónde pues, podría alcanzar esta educación y oportunidad en la corte? Era perito en literatura, en la guerra, en agricultura, en legislación, en jurisprudencia, en medicina, en organización y en religiones comparativas.

3. El tercer elemento de su preparación consistió de la crisis que sucedió en su vida cuando tenía cuarenta años, por una revelación que le fue hecha por Jehová de que estaba destinado a librar a su pueblo de la esclavitud de Egipto. El hecho de semejante revelación es evidente por el discurso de Esteban en Hechos 7:23 25. La entrada en su corazón de un deseo de visitar a sus hermanos y defenderlos de la opresión, y su suposición que hubieran de saber que Dios por su mano libraba a Israel, todas estas cosas muestran abundantemente que Dios le había aparecido y comisionado. Fue esta revelación que hizo necesaria la gran decisión que se narra en Hebreos 11:24 26: “Por fe, Moisés, cuando era ya hombre, rehusó ser llamado hijo de la hija de Faraón; escogiendo antes padecer aflicción con el pueblo de Dios, que gozar de las delicias pasajeras del pecado, estimando por mayor riqueza el vituperio de Cristo, que los tesoros de Egipto; porque tenía su mirada puesta en la remuneración. Pero como viene la fe por el oír y el oír por la palabra de Dios, debió haberse hecho una revelación de Dios que, unido con su educación en las promesas y las profecías hechas a sus padres, Abraham, Isaac y Jacob, le impelieron a dar el paso decisivo.

La revelación que toca tanto el tiempo y la eternidad es base de su fe. No se equivocó en cuanto a su llamamiento, para ser un libertador, ni en la elección que siguió el llamamiento. Pero sí se equivocó en no dejar a Dios señalar el tiempo del libramiento y el método de efectuarlo. Cuando tenía cuarenta años, presumió comenzar la obra, no estando listo Faraón, no estando él mismo preparado suficientemente, no estando preparado su pueblo, y no estando Canaán lista para ser ocupada. Con presunción e inconsideración hirió demasiado pronto de modo que encontramos el siguiente elemento de su preparación:

4. Cuarenta años de retiro y meditación en Madián. Se necesitaban en todas partes otros cuarenta años de preparación. La mansedumbre y paciencia de sus años subsecuentes no eran el resultado de su prosperidad en Egipto. “La tribulación obra la paciencia, “Y no solamente así, sino que nos gloriamos también en nuestras tribulaciones; sabiendo que la tribulación obra paciencia.” Debe haber, en la preparación para hacer grandes cosas, tiempo para la meditación y la reflexión, cuando la mente digiere y asimila los conocimientos que ha adquirido. Cristo estuvo retirado hasta que tenía treinta años, Juan el Bautista hasta que tenía treinta. Y Pablo durante tres años en Arabia. Estamos tan ocupados en los tiempos modernos y queremos apresurarnos tanto para comenzar nuestra obra que no queremos emplear tiempo en reflexiones o meditaciones.

Moisés necesitaba conocer mejor aquella península Sinaítica que había de ser la escena de otros cuarenta años de actividad. Durante la vida tranquila y pastoral de Madián es muy probable que Moisés escribiera en primer lugar el libro de Job. Cuando llegamos a aquel libro, me parece que puedo daros un argumento incontestable para probar que Moisés era su autor y que fue el primer libro de la Biblia que se escribió, y que fue sugerido por la aflicción inmerecida de su pueblo en Egipto. E1 caso de Job era otro caso ardiente. Y es casi seguro, en verdad es moralmente seguro, que escribiera el libro de Génesis en ese período de retiro, porque cuando comenzamos a leer Éxodo, Levítico, y Deuteronomio, hay siempre una presuposición de que el pueblo estaba familiarizado con los hechos de Génesis.

5. El último elemento de su preparación es el milagro de la zarza ardiente y toda la historia que la acompaña.
Como acabamos de estudiar el Pentateuco, escrito por Moisés, fijemos nuestra mente en las fuerzas de que resultó su carácter y los elementos de su grandeza. El carácter no es accidente. El carácter no puede improvisarse. El carácter es un resultado, una cristalización de casos precedentes. Hallamos que el gran carácter de Moisés es el resultado.



1. De una fiel educación en la familia. Oliver Wendell Holmes, como os he dicho antes, siendo preguntado cuándo debía comenzarla educación de un niño, contestó. “Debe comenzar con su abuela,” y en otra ocasión dijo, “El hombre es un ómnibus en que andan todos sus antepasados.” La razón por qué tantos hombres de ingenio nunca llegan a ser grandes es porque les ha faltado la educación de familia.

2. Fue el resultado de fe personal en Dios y el sentido de la responsabilidad personal hacia Dios. “Lo que piensa un hombre, así es él.” No puede haber equivocación más grande que la declaración mal considerada, “No importa lo que cree el hombre.” Su carácter era resultado de su fe.

3. Era el resultado de su convicción acerca de la vida futura. Calumnian el Antiguo Testamento quienes digan que no revela nada de la vida futura. Para la mente de Moisés, el mundo venidero era tan claro como lo es para vuestra mente, y “tenía su mirada puesta en la remuneración.” Ningún hombre podría deliberadamente volverla espalda al poder, posición, honor, riquezas, placeres terrenales para tomar la posición de reproche y trabajo y pobreza que él aceptó, a menos que fuese movido por un pensamiento de la vida venidera.

4. Su carácter era el resultado de una maravillosa educación laica. Nuestro Señor no ha hecho que la grande erudición sea condición del oficio ministerial, pero es un hecho que mientras más amplio es el alcance de vuestra información, mientras más conocimiento tengáis de los negocios, mientras más esté disciplinada vuestra mente en las cosas enseñadas en los colegios y universidades, ciertamente más grande será vuestro poder como predicador. Moisés tenía una educación laica más esmerada que la de ningún otro hombre de su tiempo.

5. Era el resultado de grandes pruebas personales y disciplina, continua por mucho tiempo. E1 carácter sale de un horno y nadie puede jactarse mucho de su carácter a menos que haya sido probado. No sabe lo que será cuando pase por el fuego.

6. Era el resultado de largo servicio y mucha labor. Moisés era trabajador, y el que trabaja desarrolla su carácter. ¿Cómo puede un ocioso tener carácter?

7. Era el resultado de meditación y reflexión profundas. Podemos saber mucho, seguir aprendiendo, aprendiendo y aprendiendo, pero si no asimilamos aquellos conocimientos, aquella mente viene a ser como un antiguo desván lleno de retazos, de trozos y fragmentos, ningunos de los cuales sirven cuando se necesitan. No es la cantidad que se come sino la que se digiere la que alimenta el cuerpo, y no se puede asimilar el alimento mental sin la meditación. La Duquesa DeBerri dijo en una ocasión, “Si la asociación con los doce apóstoles me prohibiera pensamientos y meditaciones solitarias acerca de Dios, y de la oración, me negaría la compañía de los doce apóstoles.”

8. Su carácter era el resultado de grandes oportunidades y altas posiciones cuidadosamente utilizadas.

Pues bien, mirando el resultado de semejantes fuerzas, ¿qué descubrimos en Moisés?



1. Era hombre de piedad. No hay cosa en el mundo que pueda tomar el lugar de la piedad personal. El talento no puede hacerlo.

2. Un hombre sabio. Un maestro de escuela me suplicó recientemente que le diera una sinopsis de una conferencia dada ante su escuela, sobre la sabiduría y el conocimiento. La sabiduría es la aplicación del conocimiento. “El conocimiento viene, pero la sabiduría se queda.”

3. Era hombre de decisión, como es evidente por la elección que hizo. Muchos jóvenes dejan deslizar su vida en indecisión, como el buey que pertenecía a Abraham Lincoln y que brincó la mitad de la cerca y entonces no podía acornear los perros que le ladraban delante de su cabeza, ni dar coces a los perros que le acosaban por detrás.

4. Era hombre de grande capacidad de organización, o habilidad administrativa.

5. Hombre fiel en todo oficio de confianza. Este es uno de los tributos que se le hacen en la carta a los Hebreos.

6. Era hombre de muchísima mansedumbre y paciencia. Se enojó muna ocasión pero algunos de nosotros lo hacemos habitualmente.

7. Era hombre de valor sublime. Y de un género de valor muy elevado.

8. Era hombre de patriotismo intenso: “Y ahora, si perdonares su pecado… te lo ruego, de tu libro.”

9. Era intensamente desinteresado. Me acuerdo que en una ocasión cuando yo era muchacho esto me impresionó mucho: Un representante del Condado de Drew, Arkansas, fue interrogado si iba a obedecer lo que sus constituyentes le suplicaban. Les contestó: “Primero, soy hombre de Dios. No haré nada que viole mi idea de responsabilidad personal a Dios. Segundo, soy hombre de mi nación. No haré nada que tienda a dañar todo el país. En tercer lugar, soy hombre de mi estado. No haré nada a favor de este condado que perjudique los intereses de todo el Estado. Cuarto, soy mi propia persona. No haré nada que destruya mi propia individualidad. Pues bien, si uno que es hombre de Dios, hombre de su nación, hombre de su estado y su propio hombre es permitido representar a su pueblo, lo representaré.” Esto hizo una gran impresión en mi mente.



Teniendo semejante carácter. ¿en qué fases se manifestó su grandeza?

En primer lugar, como historiador. Es la costumbre llamar a Herodoto el Padre de la Historia, pero ¿qué es Herodoto en comparación con Moisés? Moisés nos da la única historia de la tercera parte del tiempo concedido hasta ahora a este mundo.

Era un gran legislador. Toda la civilización actual está fundada sobre la legislación Mosaica. Fue un gran jurista; los principios de ley y equidad son manifestados mejor por Moisés que todas las publicaciones de los Cancilleres de Inglaterra y la Corte Suprema de los Estados Unidos.

Era un gran poeta, como hemos visto al considerar el cántico del mar Rojo, el cántico que escribió justamente antes de morir, que es el Salmo 90, escrito en su vejez, la bendición que pronunció sobre su pueblo y sus elevados pensamientos en el libro de Job, ilustrativos del gran problema, esto es, las aflicciones no merecidas de su pueblo.

Era un gran orador. Quien pueda leer y estudiar inteligentemente el libro de Deuteronomio y después negar que Moisés era un gran orador, no tiene juicio, si se me permite decirlo así.

Era un gran profeta. Considerad las profecías de su legislación Levítica, los tipos. ¿Quién puede entender a Cristo si no ha entendido primero el Cordero Pascual, los dos machos Cabríos en el día de la Expiación, la Ternera Roja, la Serpiente de Bronce, y otros muchísimos? Considerad también la profecía acerca de Cristo y sus grandes profecías en Deuteronomio acerca de su pueblo que se han ido cumpliendo desde su tiempo, quedando algunas por cumplirse aún. En todo país de la tierra hoy día hay monumentos que atestiguan la exactitud de los pronósticos de su mente profética.

Era un gran mediador entre Dios y los hombres. Dios le escogió para que mediara. En un sentido, con una mano tocó la divinidad y con la otra tocó la humanidad.

Era tipo de Cristo. Representa al pueblo ante Dios, y representa a Dios ante el pueblo, y esto en una manera muy extraordinaria. Su mediación se ve en su intercesión poderosa cuando el pueblo pecaba; venía a Dios, manifestaba el pecado, y en seguida pedía el perdón.

Miremos ahora sus faltas. Ingersoll acostumbraba hablar de las equivocaciones de Moisés. La primera que podemos hallar se hizo después de decirle Dios, “Tú librarás a Israel.” Se apresuró, no permitiendo a Dios decirle el cuándo o el cómo, Y comenzó a usar un plan propio matando aquel egipcio, y ese pecado, como sucede por lo regular, vino a ser el padre de la falta siguiente: Sabéis que cuando un hombre “se entromete” prematuramente y tiene que ser reprendido, su orgullo es tan herido que la próxima vez se “amarra en su tienda.”

Cuando Dios vino a encontrarlo en la zarza ardiendo, estaba tan sentido que Dios casi tuvo que arrastrarle por el pelo para que hiciera otro esfuerzo. Esta fue su segunda falta.

La tercera falta fue el descuidar la circuncisión de sus hijos, y ya mero perdía su vida por ello. Su esposa fue la causa de esto, pero un hombre no debe permitir que su esposa le evite el obedecer a Dios.

Pink Deuteronomio es un comentario sobre el libro de Moisés, Deuteronomio.

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Author: Pastor David Cox

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